Mucorreguladores

El sistema respiratorio de las aves se ha sometido a tales presiones productivas que se ha visto mermada su respuesta inmunofisiológica así como el intercambio de gaseoso para lograr el rendimiento esperado, desde este punto de vista, el manejo de las enfermedades respiratorias ha sido de suma importancia en la producción avícola. En los últimos años, las enfermedades respiratorias son probablemente el principal riesgo para la industria causando considerables pérdidas económicas en el mundo.


El sistema respiratorio es comúnmente conocido por ocuparse del intercambio gaseoso; sin embargo, su función es mucho más compleja. Funcionalmente, las vías respiratorias se dividen en dos zonas; La tráquea y las primeras ramificaciones de las vías respiratorias constituyen la zona de conducción.


La vía aérea principal es la tráquea que se ramifica en dos bronquios; cada bronquio entra en un pulmón y se ramifica muchas veces en bronquios progresivamente más pequeños que a su vez forman bronquiolos. La tráquea, los bronquios y los bronquiolos de la zona de conducción tienen tres funciones importantes: calentar y humidificar el aire inspirado; distribuir el aire de manera uniforme a las partes más profundas de los pulmones, y funcionar como parte del sistema de defensa del cuerpo.


El pulmón es un órgano vulnerable, ya que está en constante intercambio con sustancias presentes en el medio ambiente, en el aire inhalado diariamente hay una enorme carga inmunológica de patógenos, alérgenos y contaminantes.