Fuentes:
La riboflavina presente en plantas es generalmente menos disponible que la presente en fuentes animales. La levadura de cerveza es la fuente más rica.
A continuación: almendras, germen de trigo, queso, huevos, mijo, nabo, harina de soja, salvado de trigo, yogurt, leche y las hortalizas de hojas verdes.
También presente en la alfalfa: hojas y sobre todo semillas.
Las bacterias intestinales pueden fabricar esta vitamina en pequeñas cantidades.
Funciones:
Es una pieza clave en la transformación de los alimentos en energía, ya que favorece la absorción de las proteínas, las grasas y los carbohidratos. Su carencia de la vitamina B2 puede ocasionar anemia, trastornos del hígado, conjuntivitis, sequedad, dermatitis de la piel y mucosas, además de úlceras en la boca, síntomas neurológicos como temblores y debilidad muscular, así como inmunodepresión.
Atenúa los riesgos de una alimentación hiperproteica ya que favorece la degradación de los metabolitos secundarios.
Junto a otras vitaminas del grupo B y vitaminas A, C y E atenúa el desarrollo de tumores y dolencias degenerativas.
La carencia de fósforo en la alimentación dificulta la asimilación de vitamina B2.
Su administración resulta útil en los siguientes casos: