Al administrar ciertos alimentos, sobre todo alfalfa y harina de pescado putrefacto, se vio que dicha alteración se corregía.
La vitamina K es estable y resistente al calor, por lo tanto no se destruye por los métodos ordinarios de cocción.
Puede presentarse en tres formas:
Fuentes:
Presente en la alfalfa, verduras foliáceas verdes (col, espinaca, lechuga, coliflor), tomate, salvado de trigo, soja, queso, yema de huevo e hígado.
Funciones:
Esta vitamina se recomienda de forma preventiva en situaciones donde existe el riesgo de hemorragias. También aconsejamos su administración durante y después de un tratamiento a base de antibióticos y sulfamidas. Otras aplicaciones: mala absorción intestinal, diarreas, alteraciones hepáticas, coccidiosis, etc.