Las plumas de las aves son su gran característica distintiva, ya que es el único rasgo morfológico que no comparten con ningún otro animal. Se cree que en un principio la función principal de las plumas de las aves era controlar la temperatura y que secundariamente esta adaptación sirvió para el vuelo. La explicación a lo anterior es debido a que se conocen aves en todo el mundo que no vuelan, por ejemplo: el avestruz de África, el ñandú de Sudamérica, los kiwis y casuarios de Nueva Zelanda y los pingüinos del Hemisferio Sur. Las plumas tienen terminaciones nerviosas y generan dolor al ser cortadas. Las plumas tienen también otras funciones relacionadas con su color y su vistosidad, como el camuflaje, el reconocimiento entre los miembros de la misma especie y la comunicación entre ellos, la diferenciación de sexos y como elemento de atracción sexual durante el cortejo, además, les permite desplazarse por aire y agua. Se llama plumaje al conjunto de plumas.
Composición de la pluma de las aves
Al igual que las escamas, las uñas y el pelo de otros grupos de animales, las plumas de las aves son estructuras inertes que están formadas por queratina, uno de los materiales biológicos más duraderos y con gran resistencia. Esta proteína les otorga una gran duración y resistencia frente a los efectos del medio ambiente, a las bacterias, a las enzimas y al agua. La pluma se compone de aproximadamente 90% de queratina – una proteína especial con estructura fibrosa, en láminas β y hélices α – cadenas polipeptídicas formadas por combinaciones de aminoácidos, donde predomina la cisteína (aminoácido azufrado), que se enlazan por puentes de hidrógeno y puentes disulfuro entre las cisteínas de diferentes cadenas. Si sumamos las proteínas contenidas en todas las plumas, estas alcanzan hasta el 20-30% del total de proteínas contenidas en el cuerpo del ave. Esto significa que cuando un ave muda su plumaje va a necesitar una dieta rica en proteínas para fabricar todas las plumas que está cambiando. Las proteínas están formadas por aminoácidos, siendo los aminoácidos ricos en azufre, los más necesitados para fabricar las plumas. Su déficit en la dieta puede producir marcas de estrés sobre las plumas, mientras que el exceso puede originar un plumaje débil. Además de proteínas, las plumas también contienen minerales. Para que el calcio lo puedan asimilar, y no se elimine en las heces, deben disponer de vitamina D3. Si las aves tienen acceso a los rayos de Sol directos, es decir, sin filtrar a través de cristales, la pueden fabricar sin necesidad de que se la administremos. Además de proteínas y minerales, las aves que están mudando necesitan otras sustancias (vitaminas, ácidos grasos, etc.) necesarias para fabricar plumas de calidad. El déficit de estas sustancias provocará una muda lenta o defectuosa. Ha sido demostrado que incrementar los niveles de triptófano en la dieta se puede reducir la incidencia del picaje en aves. Composición en aminoácidos y minerales de las plumas de las aves:
AMINOÁCIDOS: Arginina: 4,3% Ácido Aspártico: 6% Glutamina: 7,62% Treonina: 4% Serina: 16% Torosina: 1% Leucina: 2,62% Isoleucina: 3,32% Valina: 1,61% Cisteina: 8,85 Alanina: 3,44 Fenilalanina: 0,86% Metionina: 1,02% Prolina: 12% Asparagina: 4%
MINERALES: Calcio: 0,23% Fósforo: 0,60% Sodio: 0,15% Cloro: 0,24% Magnesio: 0,20% Azufre: 1,39% Potasio: 0,20%