Desde el punto de vista de localización puede haber:
Además, podemos clasificarlos según su forma de locomoción y morfología en:
Debemos saber que los parásitos se pueden adquirir por:
La vía de entrada de los parásitos al organismo del ave puede ser por el tracto digestivo, mucosas, cutánea, respiratoria e incluso transfusional en casos excepcionales al usar jeringas no estériles, lo cual es una práctica cotidiana.
Las manifestaciones clínicas pueden ser muy variables y dependen básicamente del mecanismo que tenga cada parásito para alimentarse y sobrevivir en el medio que el huésped, en este caso el gallo, le provea.
Cada parásito produce un cuadro clínico específico, aunque muchas veces se puede confundir, por ejemplo, si un gallo comienza con inapetencia, diarrea que pudiera ser o no con sangre, de cierto color y consistencia anormales, pueden haber varias posibilidades de diagnóstico, pero si se tiene la experiencia necesaria del contacto diario directo con las aves y conocimientos básicos sobre las enfermedades, el mismo gallero podrá solucionar estos problemas la mayoría de las veces al decidir tal o cual medicamento administrar.
El diagnóstico definitivo de una parasitosis, sobre todo interna, solo se puede conseguir con un estudio de laboratorio, examinando muestras en un microscopio.
Seguiremos más adelante con la siguiente entrega de la información sobre parásitos.